Con una asistencia de 62.000 espectadores, Independiente se adelantó en el marcador al sexto minuto de iniciado el partido con gol de José Percudani. Independiente siempre se mantuvo firme en la última línea compuesta por Néstor Clausen, Hugo Villaverde, Enzo Trossero y Carlos Enrique, y el partido finalizó con triunfo 1-0 para Independiente, en el Estadio Olímpico de Tokio en Japón, resultando campeón del mundo por segunda vez.