Italia se adelantaría en el marcador en el minuto 55 con un tanto de Marco Delvecchio que sería capaz de defender hasta casi el pitido final. Pese a que Erny Brandts adelantaría con un autogol a los italianos, finalmente serían los neerlandeses los que, pese a no contar con su gran estrella Johan Cruyff, acabarían venciendo por 2-1 y accediendo a la final del campeonato contra la anfitriona Argentina, vencedora del otro grupo, y días después, del torneo.